El comunicado

Como estos días no hay fútbol de Primera División, es un buen momento para enredar con otras cosas; con asuntos paralelos pero ajenos a la competición. De hecho, resulta tan aburrido un fin de semana sin partidos que hay que sacar jugo a todo lo que se mueve. Resulta que TV3, la televisión pública de Catalunya, que tiene dos temas estrella en su programación, el Prusés soberanista y el Barça, dejó aparcados por un rato los litigios entre Puigdemont y Rajoy para anunciar que el FC Barcelona había pedido permiso al Athletic para negociar la contratación de Ernesto Valverde como entrenador para la próxima temporada.

Puede que la televisión autonómica catalana no sea demasiado equidistante en el proceso independentista, porque como suele suceder en todos los canales públicos –al menos en España–, atienden más los requerimientos de quien está en el poder, pero está clarísimo que en los asuntos del Barcelona, sobre todo en los que atañen a la información institucional, están generalmente muy bien informados, como se decía antiguamente; es decir, que cuentan con muy buenas fuentes informativas dentro del club.

Así que la información que facilitaron los periodistas de Esport 3, el canal de deportes de TV3, parecía que podía ir a misa.

Por otra parte, surgía una duda razonable. Es posible que Valverde esté pensando en cambiar de aires y que el Barcelona sea un destino apetecible para él, aunque se expone a adelgazar o ver como se le encanece el pelo, que es lo que le ha sucedido a Luis Enrique, pero lo que no cuadra, o cuadra más bien poco, es esa situación que apunta el canal autonómico de que Bartomeu se ha dirigido a Urrutia y le ha pedido permiso para negociar. Con lo que no cuadra es, directamente, con la actitud habitual del FC Barcelona en ocasiones similares. Recuerden, si no, cómo Luis Enrique negoció en secreto con Andoni Zubizarreta mientras era entrenador del Celta y Tata Martino dirigía en el Camp Nou, sin que el club gallego se enterase, o cómo un año antes, el club azulgrana se puso en contacto con Valverde, con contrato en vigor, para sustituir a Tito Vilanova. El entrenador del Athletic dijo que no.

Vamos, que la diplomacia no es el estilo habitual del Barcelona en estos casos, sobre todo, si como ocurre con Valverde, su contrato finaliza el próximo 30 de junio.

Y en estas, lo que podía pasar como una noticia falsa, o verdadera, o un rumor, o lo que sea, va el Fútbol Club Barcelona y publica un comunicado. Centenares de portadas de la prensa de Barcelona, miles de minutos de radio y de programas de televisión se han llenado en los últimos años con informaciones que fueron o no fueron veraces, sobre fichajes de jugadores o de entrenadores, traspasos o despidos, y en este caso, van y lanzan un desmentido oficial.

Pero léanlo bien. En ningún punto de ese comunicado se dice que el Barça no quiera fichar a Valverde, y ni siquiera desmiente que se haya puesto en contacto con el entrenador rojiblanco. Repito: presten atención a la literalidad del comunicado que, en su primera parte dice: "El FC Barcelona desmiente rotundamente haber pedido permiso al Athletic Club para negociar la contratación de su técnico Ernesto Valverde, como ha informado esta noche Televisió de Catalunya". Es decir, no desmiente las negociaciones sino que hayan pedido permiso para llevarlas a cabo, lo cual sí que cuadraría con la postura habitual del Barça de lanzarse sin la aquiescencia de la tercera pata del banco. En este caso, por otro lado, con total legitimidad ya que Valverde acaba contrato.

La otra parte del comunicado es igual de ambigua: "Asimismo el Club niega que el secretario técnico Robert Fernández haya contactado con Ernesto Valverde en los últimos días para negociar su incorporación al FC Barcelona". Es decir, Robert Fernández no ha hablado con Valverde en los últimos días, ¿y hace un mes?, ¿y si el que ha hablado con Valverde es otro? Conjeturas, claro, pero en definitiva, con el comunicado, lo único que ha hecho el Barça ha sido enredar más las cosas. Como decía mi madre, "ni sí, ni no, ni blanco, ni negro, ni número siete, ni Portugalete". Vamos, que no se entiende nada. Inquietante.