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TOUR DE FRANCIA 2017  12 de julio 11ª etapa Eymet-Pau / 203,5 kms.

LA CARRERA

Alberto Contador, durante la etapa con final en Pau.  ©ASO

Contador sigue su calvario

Kittel gana su quinta etapa, que mereció Bodnar, cazado a 200 metros de la meta

Ya es oficial. En Pau, donde Bodnar se quedó sin premio a 200 metros de la meta después de 200 kilómetros de escapada, el Tour ha llegado a su ecuador. Como esto no es un barco, no se realizará ninguna fiesta, porque además, Pau no suele ser escenario de celebraciones del Tour sino de razias y detenciones. En la carrera francesa, además, no sucede como en las travesías por el Cabo de Hornos que permiten al marino ponerse un pendiente en la oreja y orinar o escupir por barlovento.

 

Aquí el carnet de ciclista se gana al llegar a París y atravesar la línea de meta de los Campos Elíseos, pero ciertamente llegar a la mitad del recorrido permite, entre otras cosas, cambiar el discurso de los ciclistas. En la jornada de descanso, Nairo Quintana repitió una frase que se escucha muy a menudo en las primeras jornadas: "Queda mucho Tour". Ya verán como a partir de mañana se empezará a decir esa otra frase que florece en la segunda mitad de la carrera: "Las fuerzas están muy justas".

Pau puede ser la frontera visible entre la botella medio llena y la botella medio vacía en la edición en marcha y también, echando la vista atrás, es el lugar en el que Alberto Contador salió por primera vez de líder, aún sin maillot amarillo, después de que el Rabobank invitara a Rasmussen a abandonar el Tour ante las evidencias en su contra.

La ciudad que es puerta de los Pirineos se ha convertido ahora en la encrucijada para Contador, castigado por las caídas, distanciado en más de cuatro minutos del líder Froome. Camino de Pau, el madrileño se volvió a caer, y dos veces. La primera, enredado entre las bolsas de avituallamiento, junto a Degenkolb, Zubeldia y dos compañeros más de su equipo; la segunda, otra desgracia, después de que a su lugarteniente Michael Gogi se le atrancara la cadena. Tiene un golpe en la cadera, unido al del codo cuando le tiró Nairo Quintana en una ascensión, y contusiones varias.

Atrae las caídas Contador, aunque no crea en la mala suerte. En los últimos años se le cruza una rotonda o un bache en cada edición, y eso, a los que ganan el Tour no les pasa. ¿Qué sucede? A veces sí es mala fortuna; otras, falta de concentración, o la tensión que se va acumulando tras cada infortunio, que pasa factura, y que hace maldecir al ciclista, atrapado en una espiral que parece no tener fin.

Indurain no se caía, se repite a veces, y es casi verdad, pero no del todo. "Miguel, tú no te caías, ¿verdad?", le preguntó un periodista hace unos años. "Sí que me caía", fue la respuesta. "Lo que pasa es que no se veía tanto por televisión. Una vez intenté parar a orinar, el resto del equipo, por no dejarme solo, quiso parar conmigo y nos caímos todos". Pero durante sus años de gloria rodaba entero, y a veces tenía suerte, como cuando perdió pie en el Mont Ventoux pero se recuperó para no caer por un barranco en el descenso.

Contador no tiene respuestas a las puertas de los Pirineos. Si esto fuera un barco, podría escupir a barlovento o ponerse un pendiente, pero es el Tour, que pasa su ecuador con  Froome al mando y Kittel como dueño de los sprints. Consiguió su quinta victoria y es el primer ciclista de la historia que las logra antes de la mitad de la carrera.

 

Lo hizo a costa del polaco Maciel Bodnar, que después de 200 kilómetros de fuga, tras atravesar el territorio en el que Luis Ocaña se hizo ciclista, se quedó a sólo 200 metros de la gloria en Pau. Esto no hubiera pasado en tiempos del campeón de Priego, cuando la llegada a la puerta de los Pirineos se disputaba delante de la tribuna del circuito automovilístico, delimitada por bombonas de butano. Ahora, los equipos de los sprinters apuran tanto que resulta casi sangrante para el espectador. Aunque Bodnar ya sabía lo que le podía pasar.

"Nunca he creído en la mala suerte, pero este Tour me está poniendo al límite, pero quien crea que me doy por vencido no me conoce"

ALBERTO CONTADOR

Pasé 200 kilómetros en cabeza, y me quedé a 200 metros de la gloria. Así es el ciclismo. Por supuesto que estoy decepcionado"

MACIEJ BODNAR

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