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TOUR  DE FRANCIA 2017  20 de julio 18ª etapa Briançon-Izoard / 179,5 kms.

LA CARRERA

Chris Froome circula en solitario al paso por la Casse Déserte, en el Izoard.  ©ASO

Tendrá que ser en Marsella

Warren Barguil gana en la cima del Izoard y en la general cambian pocas cosas

PRIMOZ ROGLIC

"El equipo estuvo fantàstico y su trabajo nos sirvió para poder jugar en los últimos kilómetros la carta de Mikel Landa".

WARREN BARGUIL

"Es un día excepcional. Nunca pensé que me impondría en la cima del Izoard. Vivo un sueño. Tenía miedo de que me atraparan".

Quién sabe. Tal vez fue sólo un intento de demostrar quién es el más fuerte, de disipar dudas razonables en el Tour en el que más le está costando distanciar a sus rivales, pero también es posible que se tratara de un gesto de orgullo, de conocer la historia de la carrera  y lo que suponen algunos detalles.

 

A veces, Chris Froome se inspira en los clásicos; en Jacques Goddet, el director del traje safari y el salacot durante tres décadas, que vio ascender a Louison Bobet desde el asiento del acompañante de su Jeep y aseguró que por la Casse Deserte, todos los campeones pasan solos.

 

Froome pasó solo. volaba cuesta arriba junto a  Urán y Bardet después de dar libertad a Landa para distanciarse y buscar un lugar en el podio. Y entonces lanzó un ataque, que para un profano tal vez no tuviera sentido, porque en aquel momento terminaba una dura rampa y empezaba ese pequeño descanso para los ciclistas al paso por las rocas descarnadas, lunares de la Casse Deserte.

Para quienes tratan de desentrañar los arcanos del Tour, ese ataque sí tuvo sentido. Quería pasar solo. Como Bobet, al que le esperaba Fausto Coppi en la cima, de paisano, para animarle junto a su Dama Bianca. Bobet y Coppi, francés e italiano, figuran en el monolito que el Tour levantó allí mismo, junto a esas rocas en extraños equilibrios que los ciclistas apenas pueden mirar, sudorosos, exhaustos, con la mirada fija en el tubular delantero. en el asfalto.

Fue el gesto del día, el del Tour que aún no se ha decidido porque queda Marsella y su contrarreloj, y la amenaza de Urán, porque la de Bardet parece ya desactivada después de poner en fila a todo su equipo para atacar a dos kilómetros de la meta. El francés tiene cerca el podio, pero lejos el Tour, al menos un año, porque sigue progresando, como Warren Barguil, el ganador de la etapa después de atacar junto con Alberto Contador, más ilusión que fuerzas, , el vencedor del Gran Premio de la Montaña, que se lleva orgulloso para suceder al último francés que lo consiguió, el histriónico Thomas Voeckler, que sigue intentando cada día, a base de cabezadas y movimientos de codo, repetir sus particulares gestas de hace un lultro, pero ya sin las mismas piernas en el Tour que supone su retirada del ciclismo.

Barguil es otro ciclista ilusionante para el panorama francés, aunque nunca se sabe. ¿Por qué no el Tour?, titulaba en junio del año pasado la revista especializada Pedale en su portada. Se refería a Thibaut Pinot, ganador en 2015 en Alpe d´Huez, y que ha terminado retirándose en las dos últimas ediciones sin pena ni gloria.

 

Por eso hay que poner a Barguil entre interrogantes, a pesar de su magnífica última semana, de sus dos victorias emblemáticas, en el Izoard y el 14 de julio, el día de la fiesta nacional francesa. Ganó dos etapas en su primeras Vuelta a España y el próximo año tendrá la edad a la que maduran los campeones, 27 años. En teoría, él y Bardet deben competir por devolver a Francia la gloria del Tour, pero está por ver si en la próxima edición podrán competir con los campeones ya consolidados, o con gente como Mikel Landa, que tendrá su oportunidad, como la que le dio Froome en el Izoard para que el Sky pudiera jugar a dos cartas.

En realidad, en la ascensión al Izoard no pasó nada y pasó todo. Fue un resumen del Tour. Con Froome dominando pero sin avasallar; Bardet poniendo picante, Urán agazapado, Nairo y Contador voluntariosos pero sin piernas y Landa haciendo el trabajo duro del Sky y demostrando que tal vez podría haber estado más arriba. Una síntesis que dará paso al desenlace en Marsella. Cuando Froome, que salvo accidente, será el último en salir, llegue al Velodróme se sabrán más cosas.

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