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GIRO DE ITALIA 2017 18ª etapa: MOENA-VAL GARDENA 137 KMS. 

Tom Dumoulin y Nairo Quintana hacen rodillo al término de la etapa en Val Gardena.

GIRO DE ITALIA

Dumoulin manda, Nairo no obedece

Mikel Landa se queda otra vez a una curva de ganar la etapa que se lleva Van Garderen

CLASIFICACIÓN DE LA ETAPA

 

1. Tejay Van Garderen (USA) 3h54''
2. Mikel Landa (ESP) m.t.
3. Thibaut Pinot (FRA) a 8''
4. Domenico Pozzovivo (ITA) a 8''
5. Jan Hirt (CHE) a 11''
6. Ilnur Zakarin (RUS) a 24''
7. Steven Kruijswijk (HOL) a 34''
8. Bauke Mollema (HOL) a 34''
9. Tom Dumoulin (HOL) a 1'06''
10. Nairo Quintana (COL) a 1'06''

 

CLASIFICACIÓN GENERAL

1. Tom Dumoulin (HOL) 76h:05:38
.2. Nairo Quintana (COL) a 31
.3. Vincenzo Nibali (ITA) a 1:12
.4. Thibaut Pinot (FRA) a 1:36
.5. Ilnur Zakarin (RUS) a 1:58
.6. Domenico Pozzovivo (ITA) a 2:07
.7. Bauke Mollema (HOL) a 3:17
.8. Steven Kruijswijk (HOL) a 5:48
.9. Adam Yates (GBR) a 7:08
.10. Bob Jungels (LUX) a 7:24

Miguel Indurain no mandaba de palabra. Con una mirada le obedecían, propios y extraños. Se le recuerda algún episodio de locuacidad. Ese "Ramontxu, dale fuerte", que le dijo a González Arrieta en 1995 en Mont Theux, cerca de Lieja, para que le abriera camino y dejara con un palmo de narices a todo el pelotón, que llegó a 50 segundos después de una persecución de 25 kilómetros en el llano.

No hablaba mucho, no. Fui testigo, en 1994, del calvario que pasaron los concursantes de un programa televisivo muy popular entonces, "Qué apostamos", a los que habían enviado a Italia, donde se estaba disputando el Giro,  para conseguir que Indurain cantara con ellos el estribillo de la sintonía. Se llevaban un premio muy importante si el campeón decía "qué apostamos" un par de veces, y estuvieron allí desde que llegó tras la etapa hasta después de la cena. Arrancarle esas palabras fue todo una heroicidad.

Dicen que Tom Dumoulin se parece a Indurain. Es, como el navarro, un ciclista tranquilo, que parece que se piensa las cosas. De hecho, sólo se le ve acelerar en las contrarrelojes y en los apretones intestinales, que le dieron un disgusto gordo en las faldas del Stelvio. Corre, además, muy parecido al navarro.

En el Passo Gardena se vio la pasta de la que está hecho. A tres kilómetros de la cima el Movistar lanzó la batalla que había planificado en el autobús, cuando José Luis Arrieta desplegó el mapa de carreteras y fue haciendo indicaciones como un general a sus oficiales: "Tu aquí, tú aquí, tú aquí y tú saltas allá". El primer tú fue Izagirre, que aceleró el ritmo, el segundo Amador, que se descolgó del grupo delantero y esperó a Nairo Quintana, el cuarto tú del plan, que atacó para dejar atrás al líder y provocarle la duda. El tercero era Anacona, que también se dejó llevar para ayudar a su líder. Sobre el mapa cualquier estrategia se soporta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y por detrás andaba Nibali, sembrando el pánico en el grupo, atacando también al líder, que le dejó hacer, sin asomo de duda o de flaqueza, a su ritmo, que por otra parte es agotador para cualquiera. Cuando a Nairo, cazado ya por Nibali, y al escualo de Messina les abandonó la chispa, Dumoulin ya estaba detrás, pegado a sus ruedas, sin inmutarse.

Y mientras, delante, Mikel Landa con el jersey de la montaña, protagonizaba otro trabajo de Hércules, embutido en la escapada del día, queriendo espantar los fantasmas de la mala fortuna que le llegó por culpa de una moto. Sumaba puntos e ilusiones, descolgaba acompañantes. Sólo le quedó Van Garderen, una mala amistad para un final de etapa.

Val Gardena fue pan comido para Dumoulin, que empieza a amedrentar a sus rivales. Nadie le hizo sombra. Los tímidos intentos de Nairo y Nibali los pulverizó con un par de pedaladas potentes. Curado ya de sus males estomacales, les enseñó a quienes pretenden arrebatarle la maglia rosa, quién manda en el Giro; quién es el amo y señor. No tiene equipo pero no le importa. Se permitió la humorada, incluso, de atacar en primera persona. Fue como contar un chiste en un velatorio. A Nibali y Nairo, gesto fúnebre, no les hizo demasiada gracia.

Así que cuando se empezaron a prodigar los ataques de Pinot o Zakarin y Dumoulin quiso mandar, no encontró a nadie que le obedeciese. Nairo se negó. Fue muy gráfico, le dijo que no cuando le pidió un relevo. El colombiano no está de humor. Cuando después de la etapa hacía rodillo junto al neerlandes, la mirada le echaba chispas. No parecía el momento de pedirle un autógrafo.

Claro que la desobediencia a veces trae su castigo. Nibali tampoco obedeció, se negó a ayudar, y ahora Pinot está muy cerca en la lucha por el podio.

Y la etapa? Para Tejay Van Garderen. Después de tanto pedalear, Mikel Landa no tiene suerte en los curveos finales. Hace dos días se abrió para que Nibali le ganara por medio tubular. En Val Gardena le pasó igual, le cedió el interior al estadounidense y se quedó a un suspiro de la  victoria de etapa, que después del accidente de los primeros días es su consuelo. Eso y el jersey de la montaña que se está ganando a pulso.

Y atentos, porque en Piancavallo se pueden aclarar más las cosas. O enredar, quién sabe.

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