TOUR DE FRANCIA 2017 13 de julio 12ª etapa Pau-Peyragudes / 214,5 kms.
LA CARRERA
Chris Froome atraviesa la línea de meta en Peyragudes. ©ASO
¿Qué dice Michelle de todo esto?
Fabio Aru nuevo líder tras distanciar a Froome en los últimos 200 metros
¿Y qué dice de todo esto Michelle Froome, de soltera Cound? en julio de 2012, Alejandro Valverde ganó en Peyragudes. Se había escapado en grupo y quedó en solitario a falta de treinta kilómetros para la meta. En los últimos tramos sufrió una agonía porque el líder Wiggins, arrastrado por su correligionario Christopher Froome, le restó gran parte de su ventaja. Pero en el último kilómetro, Wiggins flaqueó. Froome hizo un amago de salir a por la etapa, pero le frenaron desde el coche. Lanzaba reiteradas miradas hacia atrás esperando a su líder. Al final tuvo que claudicar y esperar. Ganó Valverde y Wiggins conservó el amarillo y acabó llevándose el Tour.
Entonces estalló una pelea a través de twitter. "De repente se me han quitado las ganas de ir a París el domingo,... vaya broma", escribió Michelle Cound, ahora Michelle Froome tras su boda en Suráfrica. Se refería a haber tenido que observar como su novio tenía que obedecer a su jefe. La mujer de Wiggins replicó: "Pongo a Mick Rogers y Richie Porte como ejemplos de un auténtico esfuerzo desinteresado y de un auténtico profesionalismo", y Cound volvió a la carga. "Si quieres lealtad, compra un perro".
¿Y ahora qué dice Michelle? Froome perdió el amarillo en los últimos 334 metros de la etapa después de 214,5 kilómetros de recorrido. No pudo responder al ataque de Fabio Aru, secundado por Romain Bardet, ganador de la etapa, en la pista del aeródromo de Peyragudes, apenas 350 empinados metros, construido en un principio para una película de James Bond que se rodó allí. ¿Y qué sucedió? Pues que Mikel Landa, que tiraba de Froome hasta un poco antes, dejó de hacerlo cuando el líder trató de responder al ataque. Se le bloquearon las piernas, empezó a dar bandazos. No pudo.
Landa sí. Adelantó a su jefe y persiguó a los valientes que habían montado el zafarrancho. Se quedó a unos segundos, pero abandonó a Froome. Cuando llegó al autocar del equipo, Nicolas Portal, su director, le echó la bronca, como mostraron las imágenes de una cámara indiscreta que andaba por allí. Posiblemente, su ayuda no hubiera servido para nada en esos momentos, pero le hubiera dado al asunto un barniz de compañerismo.
¿Hizo bien Landa? Que se lo pregunten a Michelle Froome, que, por cierto, me ha bloqueado en twitter después de expresar esa misma pregunta a través de la red social. ¿Se ha enfadado por recordarle lo que sucedió hace unos años? El gesto de Landa, desde luego, es poco estético, pero al margen de la fidelidad o la infidelidad del vasco, lo que quedó en evidencia entre Pau y Peyragudes, es que Froome no está como parecía. No al menos como en los tours que ha ganado.
También queda en evidencia que en el ciclismo moderno no parece haber sitio para las grandes aventuras o los ataques desatados de quienes aspiran a ganar. Todo se resolvió en los últimos 334 metros, y no antes porque nadie se atrevió a intentar el más leve movimiento. Sólo Contador, en Bàles, en un ataque entusiasta que derribaron los hombres del Sky en apenas un minuto. La carrera se iba resolviendo por decantación. Cayó Nairo Quintana en el Peyresourde, en silencio, agobiado por el ritmo de Kwiatkowsky. Enseguida perdió tiempo; luego Contador, a falta de 300 metros para coronar el puerto. El madrileño, magullado por las caídas, se dejó mucho tiempo en esos kilómetros finales que fueron mortales.
Quedaba Froome, con Landa. Y Aru, Bardet, Uran, Martin, Meintjes, Yates y Bennet, que abrió las hostilidades a un kilómetro de la meta. Es cuando a Froome se le empezaron a deshilachar las costuras. Cuando en los últimos metros Fabio Aru se abrió a la izquierda y le siguieron Uran y Bardet, Froome estalló mientras Landa hacía la guerra por su cuenta.
En ese momento, los últimos 334 metros después de 214,5 kilómetros, el Tour cambió de pantalla. Ya nada era igual. La debilidad de Froome despertará la ambición de Aru, Bardet, Urán y quién sabe más. El Sky, todopoderoso a la hora de controlar la carrera, deberá dejar la responsabilidad al Astana. Pueden surgir las guerras de guerrillas y el Tour de los que sólo querían conservar su puesto, dará paso al Tour de los que pretenden ganarlo. ¿Qué piensa Michelle Froome de todo esto?
"Si hubiese jugado a disputar la etapa habría sido candidato a ganarla. No sabía que Froome había perdido el amarillo"
MIKEL LANDA
"No hay que poner excusas, no tuve piernas. Felicito a Bardet por ganar la etapa y a Aru por el liderato, pero queda Tour"